lunes, 20 de diciembre de 2010

VIOLENCIA DE GÉNERO: DE LA IMAGEN AL CUERPO


Los medios de masas potencian la violencia simbólica hacia las mujeres

La violencia contra las mujeres se ejerce no solo en el plano físico, psicológico, económico, legal, político y laboral. Los medios de comunicación masiva, el cine, la publicidad y el video clip son también espacios de perpetuación de la violencia de género.

Así lo expresaron especialistas, realizadoras, líderes indígenas latinoamericanas y estudiantes durante los debates del taller Imágenes Generan Reflexión. Acerca de la Violencia de Género y su Representación Audiovisual, convocado por la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños, en La Habana, en el contexto de la Jornada por la No Violencia contra las Mujeres.

"El tratamiento que hoy tipifica a los grandes medios de comunicación masiva y su expresión en las industrias culturales es profundamente sexista y, por tanto, es violencia simbólica hacia las mujeres", señaló la periodista cubana Isabel Moya Richard, directora de la Editorial de la Mujer de la Federación de Mujeres Cubanas.

La también presidenta de la Cátedra de Género y Comunicación del Instituto Internacional de Periodismo José Martí habló del papel de los medios de comunicación como uno de los socializadores más importantes en la contemporaneidad, que establece referentes para las personas y ha llegado a sustituir, en algunas sociedades, el protagonismo de la familia y la iglesia.

El concepto de violencia simbólica fue establecido por el teórico francés Pierre Bourdieu como la articulación de mecanismos, imágenes y prácticas que tratan de imponer una visión del mundo que se pretende legítima.

"Me parece central dejar esclarecido que toda relación social se estructura a nivel simbólico y todo orden simbólico se establece como discurso", dijo Moya, explicando cómo, en pleno siglo XXI, se continúan reproduciendo roles e imaginarios decimonónicos.

Con nuevas ropas, retoques estéticos y halo de contemporaneidad se perpetúa el poder masculino, al tiempo que se vende una imagen que induce a las mujeres a construir una identidad basada en su representación como objeto y víctima, promoviendo el inmovilismo y la desarticulación ciudadana.

La publicidad y el video clip constituyen discursos fundamentales en la actualidad, aseguran especialistas. Hijos de las sociedades capitalistas y globalizadas, ambos venden la imagen de las mujeres como meros objetos de deseo e intercambio comercial.

El cuerpo femenino se fragmenta y cosifica de tal manera que pierde su esencia como ser humano, relegando la existencia femenina al ámbito de la biología, indica la periodista Lirians Gordillo en su investigación "La representación de género en el video clip cubano actual", que en 2008 analizó más de 25 productos de ese tipo hechos en la isla.

Gordillo describe que, en esos espacios de comunicación, se construye una imagen de mujer eternamente joven, delgada, blanca y con rasgos faciales simétricos, referentes con implicaciones en la vida cotidiana y de manera especial en la salud de las mujeres.

Especialistas llaman la atención ante la tan alarmante proliferación de las llamadas "enfermedades de la belleza", como lo son la anorexia y la bulimia, además del incremento de las cirugías estéticas en las adolescentes y jóvenes.

Sin embargo, la violencia simbólica tiene diferentes significados para las mujeres en diversas regiones y culturas. Además de negar la diversidad y los límites del cuerpo, se violenta y discrimina mucho más a las negras, asiáticas y a las indígenas de América Latina, quienes no encuentran referentes acordes a su cultura en las trasnacionales mediáticas.

En opinión de Moya, una estudiosa de los nexos entre la teoría de género y la de comunicación, "la identidad cultural se cuenta, por eso los medios tienen que ser hoy un espacio que, desde los estudios de comunicación, incorporen en su andamiaje teórico todos los aportes del feminismo y de la teoría de género".

La periodista insiste en que el análisis del sexismo en los medios no puede quedar circunscrito al sexismo en el lenguaje. "Si bien esta dimensión resulta muy importante, debemos llegar a analizar sus causas estructurales", comentó.

Entre las condicionantes estructurales están las ideologías profesionales, las leyes del mercado, las políticas culturales y de medios que reproducen de manera constante el sistema de dominio patriarcal.

En su artículo "Género, feminismo y patriarcado", la feminista e investigadora costarricense Alda Facio menciona, entre las instituciones de las sociedades patriarcales, al lenguaje ginope (cuando en una cultura el lenguaje no registra la existencia de una sujeta femenina), la familia patriarcal, la educación androcéntrica, la maternidad forzada, la historia robada, la heterosexualidad obligatoria, las religiones misóginas, el trabajo sexuado, el derecho masculinista, la ciencia monosexual y la violencia de género, entre otras.



Fuente: Ameco Press

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